Iglesia Catedral, plaza de mercado, sitio de conciertos y centro de una buena parte de la vida turística de Riga, el Domo, O mejor dicho, La Catedral del Domo, es uno de los sitios por los que se pasa una y mil veces, inevitablemente, en cualquier dirección que se quiera ir en Riga. Desafortunadamente, la Catedral está en proceso de restauración y tiene unos horarios muy extraños para visitarse, horarios que no logré capturar por cierto, así que me quedé sin verla.
Creo que además, estoy pensando en algo que me da vueltas y vueltas. Probablemente no haga demasiadas cosas aquí, ni entre a museos que no sean indispensables, ni recorra frenéticamente los circuitos turísticos. Debo estar un poco cansado o no se que, pero quiero disfrutar esta bella ciudad sin atropello. Quiero vivir su buen humor, su clima estupendo de estos días, su comida excelente y barata; pasar por la Plaza del Domo y la Catedral tantas veces como quiera, para escuchar el concierto de flauta del señor que está sentado a la puerta, y contemplar la altísima torre de ladrillos rojos que insiste en dar la hora con buena música.
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