sábado, 19 de octubre de 2013

Playa El Agua


Es la playa “fashion”, predilecta de los más jóvenes, los más ricos y los más bonitos visitantes de la Isla. Es, para decirlo en buen venezolano, la playa sifrina, esa en la que hay que ver y dejarse ver, so pena de ser execrado de las populosas rumbas nocturnas.  Es la playa que tiene los mejores servicios, es la playa más cara y es la playa más “famosa”. Precisamente, por eso, es la que menos me gusta. También porque tiene demasiado oleaje, pero eso es lo de menos. En realidad Playa El Agua no es mala playa (en Margarita no hay playas malas) lo que pasa es que a mí, personalmente, no me hace clic a pesar de su belleza.
Básicamente porque está llena – a reventar – de gente demasiado joven. Lo cual es una ventaja y una desventaja: la ventaja es obvia, abunda el colirio para los ojos en cualquier presentación; la desventaja también es obvia:  el riesgo de una improvisada fiesta playera con reggaetón a todo volumen y cantidades groseras de whisky con agua de coco (sabroso, pero no en manos de imberbes de 19 años) en uno de los países mas violentos e irrespetuosos del mundo, no es algo que uno – viajero tranquilo y sosegado -  quiera correr libremente. Y eso, lamentablemente, es lo que le puede ocurrir al que escoge Playa el Agua como destino de día de vacaciones.  Sin embargo, a su favor tiene que la mayoría de los buenos hoteles están cerca de allí y que siendo la más famosa de sus playas, es también la que ofrece mas fácil acceso.
Es un riesgo, sobre todo (esto hay que decirlo) porque siendo tan turística, es también la menos segura de las playas de la Isla, pero es un riesgo que se puede correr. Playa el Agua es una playa muy bonita, a la que hay que ir si se anda con ganas de ligue, de despiporre, de rumba, de ruido y de diversión de cualquier tipo. Si lo que usted busca es tranquilidad y sosiego playero, salga corriendo en dirección contraria; eso no va a conseguirlo en Playa El Agua ni aunque un millón de brochures publicitarios le prometan un ticket directo a El Paraíso, en el instante en que usted llegue a El Agua, déjeme decirle algo: En Margarita, tal como sucede en todos los destinos turísticos del mundo, la distancia entre lo que dice la publicidad del resort y lo que sus cansados ojos verán al llegar es, la mayoría de las veces, gigantesca. Unas veces para mal, otras, como en todas partes del mundo, sorprendentemente para bien y mejor. Se conoce como globalización y afecta a los viajeros, mas que a nadie en esta tierra.

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