lunes, 17 de septiembre de 2012

La Casa de Ana Frank

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Desayunamos muy bien en un pequeño café en la esquina de nuestro apartamento y emprendemos camino a lo que posiblemente sea uno de los highights de cualquier visita a Ámsterdam: La Casa de Ana Frank, o el refugio donde la familia Frank vivió escondida por dos años durante la Segunda Guerra Mundial, debido a que eran judíos y el régimen nazi estaba aplicando medidas antijudías también en Ámsterdam.
Posiblemente sea una de las historias más conocidas del Holocausto, principalmente debido a que una niña de apenas 14 años de edad, vivió el cautiverio auto impuesto y, como desahogo, lo fue escribiendo día a día en un diario que había recibido de regalo de sus padres y luego en otro y otro y por último en papeles sueltos.
Su suerte, la de Ana y ocho personas más, miembros de su familia y/o amigos, dependía expresamente de la seriedad con que mantuvieran su escondite. Un grupo de cuatro aliados empleados de la familia Frank les proporcionaba comida y les ayudaba a cubrir otras necesidades, pero fundamentalmente, sobrevivir, dependía de no ser descubiertos por ningún motivo en el pequeño espacio situado detrás de la empresa de Otto Frank.
La Casa de Ana Frank, es un testimonio de fortaleza y de una historia espeluznante,  y tal vez por eso sea el sitio más visitado de la ciudad. Se recorre tanto la fábrica de conservas, como la casa donde vivieron los escondidos, que está completamente vacía (Cuando los nazis los apresaron se llevaron todo lo que había dentro de la casa. Una de las protectoras logró rescatar el diario, no se sabe muy bien como, pero todo lo demás se perdió. Otto Frank pidió, cuando acepto que la casa se convirtiera en Museo, que habría que mantenerla tal como la dejaron los nazis como símbolo del vacío que marca la vida de los que sobrevivieron a ese horror) Recorrer la casa, a partir de la estantería con que sellaron la única puerta de acceso, y ver en cada espacio una muestra de ese dolor interminable narrado por una niña de 14 años en lo que quizás sea el libro más famoso de la humanidad, es posiblemente un momento para el que se requiere una fortaleza especial.

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