Sin darnos mucha cuenta, las horas del primer día empiezan a agotarse a las puertas de una heladería muy buena, por cierto, donde comemos dulces y helados. Yanis, el joven y amable encargado del negocio, nos atiende con toda amabilidad, conversa con nosotros, nos ayuda en la selección de lo que comemos, arrima sillas, en fin, hace que este rato sea verdaderamente simpático. Nos hemos puesto al día con cuanto chisme quedó pendiente en Mérida, bajamos a pie hasta la posada y nos vamos a dormir…mañana llegan los tíos.
martes, 15 de septiembre de 2009
Cambio de ritmo
Sin darnos mucha cuenta, las horas del primer día empiezan a agotarse a las puertas de una heladería muy buena, por cierto, donde comemos dulces y helados. Yanis, el joven y amable encargado del negocio, nos atiende con toda amabilidad, conversa con nosotros, nos ayuda en la selección de lo que comemos, arrima sillas, en fin, hace que este rato sea verdaderamente simpático. Nos hemos puesto al día con cuanto chisme quedó pendiente en Mérida, bajamos a pie hasta la posada y nos vamos a dormir…mañana llegan los tíos.
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