

Al igual que la mayoría de los sitios que ya conocemos, es una iglesia cavada en roca, pero en esta se conservan con fidelidad asombrosa una gran cantidad de frescos que datan del siglo X y XI y que llaman muchísimo la atención porque en ellos predominan los colores azul y rojo. En un nicho completamente diferenciado del resto, me encuentro con una imagen de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro (patrona venerada en mi familia) y recuerdo mucho a mi hermana. Salgo de Toklali deslumbrado y con la lágrima a punto y cruzo la calle para entrar al museo.
(La imagén de la Virgen del Perpetuo Socorro está tomada de GOOGLE IMAGES)
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