Santa Sofia

Lamentablemente, hemos salido alicaídos de Santa Sofía; nadie nos avisó de los trabajos de conservación y realmente nos hemos sentido un poco estafados. Santa Sofía es una imponente iglesia, llamada también Iglesia de la Santa Sabiduría, que tiene más de 1400 años de antigüedad y se considera uno de los logros arquitectónicos más grandes del mundo. En el siglo XV los otomanos la convirtieron en Mezquita y, a mi escaso juicio, tal conversión le quito un poco de gracia. Sobre los maravillosos mosaicos de la iglesia, encaramaron unos medallones gigantescos que contienen versos del Corán (como en todas las mezquitas) y creo que allí empezó el desorden. Para rematar el mezclote, le asestaron un minarete a un lado que da una imagen final un poco confusa.
Además, está en restauración total, de modo que no se debería visitar a menos que uno esté seguro que esos trabajos han concluido, pues entonces seguramente valdrá muchísimo la pena. En este momento la verdad es que pagar 20 liras turcas, para entrar a un lugar que probablemente es hermosísimo pero está cubierto de andamios que impiden asimilar su grandeza y majestuosidad, es tal vez una manera de contribuir con la preservación del patrimonio cultural de la humanidad, pero también un acto de pura “decepción turística”.