domingo, 11 de septiembre de 2011

Primeras horas

primeras1


primeras2


primeras3


primeras4


El Belgrave House Hotel, que será mi casa por los próximos tres días, es modesto, tiene exactamente lo justo. He tenido la suerte de haber tenido problemas con mi reservación que ellos han resuelto dándome una con baño privado (yo había reservado baño compartido) y eso me alegra montones, sobre todo porque no pagaré nada extra.
Subo a mi habitación, me doy un baño y me preparo para mi primer acercamiento a la capital del Reino Unido. Como acostumbro, mi primera tarea es reconocer mi vecindario, lo que por suerte incluye la Estación Victoria, uno de los puntos neurálgicos de una ciudad convulsionada y llena de gente. Hasta allá voy, caminando por Belgrave Road, muy bonita calle paralela a Buckingham Palace Road (es decir, la calle de “palacio) y cerca de todo. La estación Victoria es realmente una maravilla, no tanto porque sea bonita, que más o menos lo es; es que tiene una vida tan rica. La gente entra, sale, camina, espera sus amigos, se reúne con su familia, toma trenes, metro, autobuses o simplemente se sienta, como estoy haciendo yo, a esperar el momento para enfrentar la calle.
Como una manera de continuar en estas primeras horas, me voy a Picadilly Circus a seguir viendo pasar la vida. Hay poco que decir que no se haya dicho: Picadilly, si algo se parece al centro del mundo, debe ser este pedacito de Londres repleto de gente, sobre todo jóvenes alegres con mucho ánimo de rumba. Un rato después, regreso caminando al hotel y me voy a dormir temprano. Mañana es día de largas caminatas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario