He hablado hasta el cansancio de la belleza del rio y la ciudad en general; pero, es necesario detenerse, como he hecho hoy, en alguno de los múltiples parques y jardines que adornan la ciudad y que se antojan impensables, siendo que el clima de San Petersburgo no es benigno y los días de verano son escasos.
Sin embargo, hay muchísimos y son hermosos en su mayoría. Bien cuidados, bien mantenidos e ideales para un reposo momentáneo, un sándwich, alguna fruta y un refresco (por cierto: en casi todos los parques hay kiosquitos que venden bebidas frías y algunas chucherías, conviene mantenerlos alejados: son carísimos). Son espacios que parecen hechos para que la ciudad nos regale la amabilidad que sus habitantes se niegan a compartir. Yo creo que es uno de los grandes planes en un día de turismo, si el clima lo permite, no hay nada como un relajado picnic en alguno de estos preciosos jardines rusos.
Sin embargo, hay muchísimos y son hermosos en su mayoría. Bien cuidados, bien mantenidos e ideales para un reposo momentáneo, un sándwich, alguna fruta y un refresco (por cierto: en casi todos los parques hay kiosquitos que venden bebidas frías y algunas chucherías, conviene mantenerlos alejados: son carísimos). Son espacios que parecen hechos para que la ciudad nos regale la amabilidad que sus habitantes se niegan a compartir. Yo creo que es uno de los grandes planes en un día de turismo, si el clima lo permite, no hay nada como un relajado picnic en alguno de estos preciosos jardines rusos.
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