viernes, 9 de septiembre de 2011

Quartier Latin

Basta cruzar el puente que está frente a Notre Dame y caminar alejándose del Rio Sena para entrar al archifamoso Barrio Latino (Quartier Latin) que, por cierto, de Latino sólo tiene el nombre. No es un lugar donde hay supermercados que vendan los ingredientes de las hallacas, ni esquinas con dominicanos bailando merengue. Se llama así porque es el barrio de los estudiantes y estos, durante el Medioevo, usaban el latín como lengua académica. La mayoría de las grandes escuelas y la Sorbona están dentro del barrio. Consiste en una serie de callecitas muy angostas que forman un espacio de varias cuadras donde básicamente hay restaurantes, tiendas de libros y algunos teatros, en un ambiente francamente animado y bastante lleno de turistas, todo hay que decirlo. Pero, yo era uno de ellos.
Lo mejor que uno puede hacer aquí es comer. Es muy probable que en alguno de los restaurancitos franceses del vecindario se consiga un menú muy bien servido a muy buen precio. Yo almorcé en uno de esos lugares que ofrecía Soupe a l ´oignon, Confit de Canard y Mousse au Chocolat, por 10 euros y estaba riquísimo, por cierto.

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