A ver, puede que sea normal que uno se sienta predestinado. Incluso puede que uno crea que la historia se divide en antes y después del paso de uno por este mundo; estemos de acuerdo, o no, de perínclitos está llena la vida de los pueblos y el curso de la humanidad. Pero, realmente, lo de Napoleón Bonaparte es demasiado.
Como si no le hubiera bastado con coronarse Emperador y novio de la madrina, el tipo se dispara esta sepultura a la que sólo le falta un coro de ángeles en guardia permanente. Dios mio…que derroche tan grande de egolatría y ganas de permanecer en la inmortalidad. Es una iglesia llamada El DOMO, cuya cúpula resplandecientemente dorada, puede verse desde casi cualquier lugar y forma parte del complejo de Los Inválidos, aunque tiene su propia entrada por una calle posterior. Si bien el altar mayor es todo un prodigio de maderas nobles y hojilla de oro, es en la tumba donde realmente nadie escatimó esfuerzo alguno. 6 urnas, una de hierro, una de caoba, dos de plomo, una de madera de ébano y una, última, de encina, fueron depositadas en un sarcófago de pórfido para descansar en la cripta proyectada por Visconti. Quizás estoy equivocado, pero posiblemente este sea uno de los monumentos funerarios mas exagerados de la tierra. Pero, está muy bien. El lugar es una maravilla y en eso es que andamos.
Sólo me resta desear fervorosamente que otros militarcitos con aires de reyezuelos no les de por construirse sepulturas dignas del tamaño de su ego. No puedo imaginármelo en el trópico incandescente de nuestra realidad empobrecida.
Como si no le hubiera bastado con coronarse Emperador y novio de la madrina, el tipo se dispara esta sepultura a la que sólo le falta un coro de ángeles en guardia permanente. Dios mio…que derroche tan grande de egolatría y ganas de permanecer en la inmortalidad. Es una iglesia llamada El DOMO, cuya cúpula resplandecientemente dorada, puede verse desde casi cualquier lugar y forma parte del complejo de Los Inválidos, aunque tiene su propia entrada por una calle posterior. Si bien el altar mayor es todo un prodigio de maderas nobles y hojilla de oro, es en la tumba donde realmente nadie escatimó esfuerzo alguno. 6 urnas, una de hierro, una de caoba, dos de plomo, una de madera de ébano y una, última, de encina, fueron depositadas en un sarcófago de pórfido para descansar en la cripta proyectada por Visconti. Quizás estoy equivocado, pero posiblemente este sea uno de los monumentos funerarios mas exagerados de la tierra. Pero, está muy bien. El lugar es una maravilla y en eso es que andamos.
Sólo me resta desear fervorosamente que otros militarcitos con aires de reyezuelos no les de por construirse sepulturas dignas del tamaño de su ego. No puedo imaginármelo en el trópico incandescente de nuestra realidad empobrecida.
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