Se llega al complejo de edificios después de atravesar La Explanada, un precioso jardín al que los parisinos parecen haber convertido en solárium. Adentro destaca la colección de armaduras, la Catedral de San Luis de Los Inválidos y la tumba de Napoleón.
Tengo la sensación que me persigue una mafia rumana y que alguna de estas puertas, se abrirá para pedirme la devolución de su sortija; aun así, disfruto la austera belleza del interior del edificio central y descubro maravillado como a un costado, todavía se conserva en perfecto funcionamiento, un hospital que atiende a los sobrevivientes de otras muchas guerras.
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