miércoles, 7 de septiembre de 2011

Mi barrio

Lo bueno de la familia, es que uno puede obtener ventajas, sin exagerar y sin abuso, que muchas veces son como bendiciones no aptas para todo público y que uno no termina nunca de agradecer suficientemente. Es mi caso; Beatriz, mi Tita por elección, me ha prestado su apartamento en Paris mientras ella visita La Nona en Caracas.
Llegar hasta allí ha sido fácil y grato, es un barrio estupendo, tal como cualquiera puede imaginar un barrio clase media en el centro de Paris. Un barrio de esos que están hechos de cafés, panaderías, tienditas raras, restaurancitos y calles, esas fantásticas calles de Paris que todos vemos, sabemos, conocemos y que siempre es una delicia explorar.
Una buena ducha, el tiempo justo para instalarme y empieza el indispensable proceso de descubrir y colonizar mi vecindario.

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