En un costado de la Grand Place, se alza imponente este magnífico palacio llamado por todos “la Casa del Rey”.
Construido en el año 1536, tuvo que ser reformado en 1873. Es, después del Ayuntamiento, (insisto) el edificio más notable de este espacio extraordinario. Durante muchos años fue el lugar de residencia de los monarcas reinantes, pero hoy en día acoge el Museo de la Ciudad (Musée de la Ville), en el que se exponen pinturas del Siglo XVI, algunos tapices, y los pequeños trajes que forman parte del guardarropa del Manneken Pis.
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