Apenas a escasos metros de la majestuosa Grand Place y toda su actividad, otra plaza destaca casi por las mismas razones: se trata de la Plaza Burg, un espacio precioso rodeado de los que quizás sean los edificios más importantes de Brujas: El Stadhuis (Ayuntamiento) de estilo gótico, la Basílica de la Santa Sangre (una doble capilla en dos pisos, de estilos románico y neogótico respectivamente) y el Brugse Vrije (Franconato de Brujas), donde se encontraban los antiguos Tribunales de Justicia.
Cualquier desprevenido podría confundir una plaza con la otra y no sería culpable sino de despiste. Ambas están muy cerca y ambas son lugares fundamentales donde empezar y terminar un recorrido por Brujas, pero algo me dice que Burg, un tanto más alejada del bullicio, es un lugar mucho más interesante, si es que esa diferenciación es posible.
Excelente... solo te faltó comentar sobre las tejedoras de encaje, una fabulosa tradición de Brujas... Vale la pena volver a la encantadora Brujas
ResponderEliminar