miércoles, 26 de septiembre de 2012

Hauptbahnhof, una de las puertas de Berlín

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Eran casi las ocho de la noche cuando llegamos al Aeropuerto Tegel de Berlín, una hora estupenda si es el verano, pues hay sol y todo está como si fuera las 2 de la tarde. Tenemos precisas instrucciones para ir hasta el hotel, y aunque creemos que no habrá obstáculos, nadie nos ha explicado la gran complicación de andar por Berlín en metro y esa debería ser la primera advertencia que debe hacérsele a todo el que emprenda un viaje hasta estos lares. ¿Saben qué? Yo creo que es una cosa terrible. Y lo peor, es que si te descuidas te metes en un problema pues no es fácil adivinar dónde comprar tickets, mucho menos donde validarlos. (No hay  torniquetes, sólo unas pequeñas maquinitas donde uno TIENE que validar su ticket voluntariamente, creo que ningún turista lo hace) En fin, que en cualquier momento se puede terminar pagando una multa de aprox 60 euros, por no saber cómo es la cosa.
En todo caso, es intimidante y eso no se descubre a los 5 minutos de haber llegado, que es exactamente por donde va este cuento. Salimos del aeropuerto y atravesamos un largo pasillo hasta la estación de metro del aeropuerto, pues debemos tomar un tren hasta Hauptbahnhof, nuestra estación de destino. Hemos comprado ticket y recibido instrucciones en la oficina de turismo del aeropuerto y vamos confiados. En pocos minutos tomamos el tren correctamente (OH MY GOD) y empezamos el viaje. Yo no puedo evitar la sensación de ir hacia ninguna parte y eso me preocupará durante todo el viaje.
Es una suerte que las estaciones (de nombres impronunciables) estén tan bien señalizadas incluso dentro del vagón, yo soy de los que me bajo en la estación que no es y después no sé cómo volver a agarrar la vía. No lo hice. Esperé pacientemente hasta que en la pantalla salió el nombre de nuestra parada. (OH MY GOD): bien, nuestra parada es una estación de metro, autobuses, trenes interurbanos y trenes internacionales. Una cosa gigantesca que tiene como 6 pisos y una cantidad grosera de andenes, tiendas, comederos, acero y vidrio. Es HAUPTBAHNHOF, la estación central de Berlín, construida con todos los miriñaques en 2006 – y realmente impresionante-
Afortunadamente, la salida que debemos tomar (Washington Place) está muy bien señalada. Salimos, miramos a la izquierda y a menos de una cuadra, nuestro hotel espera.
Estamos inmensamente felices, hemos llegado a Berlín y no ha habido tropiezos.

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