El Arco del Triunfo

Ya lo había visto al llegar. La parada del autobús del aeropuerto está justo al frente, así que muy alegóricamente, lo que me recibió en mi primera llegada a Paris, fue el Arco del Triunfo.
De modo que es apenas lógico que mi exploración de la ciudad, empiece exactamente por ahí. Es eso que todos hemos visto en fotos: un inmenso arco de mármol, con grupos escultóricos, tumba al soldado desconocido y todo tipo de honores a quienes han estado junto a los franceses en varias guerras y la verdad, es una hermosura.
Aquí me siento obligado a cumplir con una misión histórica: Tengo toda la vida escuchando que Francisco de Miranda, el nuestro, el prócer por antonomasia, es el único venezolano cuyo nombre está escrito en el Arco de Triunfo de Paris, en reconocimiento a su título de Mariscal de Campo del ejército francés, por lo tanto siento la necesidad indispensable de verlo con mis propios ojos. Me dedico a buscarlo. En un costado del Arco, junto a muchos otros apellidos de ilustres militares que han hecho grande la tradición militar francesa, aparece Miranda. Lo he comprobado no sin cierto orgullo y me siento pedacito de gloria. Pedacito de patria entusiasmada, a pesar de todos los pesares. Después de todo es cierto. Miranda está en el Arco de Triunfo de Paris.
Arco que, dicho sea de paso, está situado en una plaza llamada Plaza de la Estrella, suerte de distribuidor del lujo y la riqueza. De cada una de las puntas de la estrella sale una avenida a cual más lujosa, una de ellas es la mítica avenida Champs Elysees.