Atenas en un dia

Bajamos de la Acrópolis después de un par de horas de éxtasis estético y nos quedamos solos, Rayi y yo, en Atenas. Sin agenda predefinida, comenzamos a caminar guiados solamente por nuestro instinto.
Al bajar salimos a la Avenida Vasilis Sofia, una de las más importantes del centro, con la intención de buscar un café en Plaza Sintagma, pero nos sale al encuentro la magnifica Puerta de Adriano y los pocos restos del templo de Zeus Olimpos y decidimos entrar a verlo.
A la salida, estamos en los Jardines Nacionales, bellísimo parque en el centro de Atenas al que entramos para protegernos del calor, mientras buscamos el Parlamento, pero antes, encontramos un impactante edificio Neo Clásico llamado Zyppeon, lo investigo y nada, es un centro de convenciones. Seguimos paseando por los jardines y vemos, a lo lejos, el Parlamento.
Fue El Palacio Real y desde allí se dirigían los destinos de Grecia, hasta que en 1937 fue casi destruido por un incendio. Restaurado y declarado no apto para uso real, sirve como sede del parlamento desde entonces. A la entrada está la tumba al soldado desconocido y sus peculiares vigilantes: Los Zevzon.
Después del Parlamento, nos provoca conocer el verdadero Palacio Real, (hoy día, residencia del Presidente de la República) una discreta mansión con bellos jardines, pero sin la ostentación de otros palacios, de donde salieron en 1974, Constantino y Ana María al exilio. Vemos el cambio de guardia y un atento policía nos indica como llegar hasta Monastiraki, lo que queremos sea nuestra próxima parada.
Siempre caminando, (es lo mejor que tiene Atenas, todos los sitios de interés se pueden recorrer caminando) atravesamos la popular Plaza Sintagma, tomamos la calle Ermou, pasando frente al bellísimo hotel Gran Bretagne y cambiamos completamente de panorama.