miércoles, 9 de septiembre de 2009

Domingo de domingos





Estoy agotado después del largo recorrido de ayer y realmente no creo que tenga ánimos para repetir la experiencia. Hoy he decidido tomarle el pulso a la ciudad en solitario. Rayi y los demás, seguirán escuchando historias, yo prefiero intentar descubrirlas.
Mi día empieza en el Centrum, donde consigo un cojín comodísimo donde tirarme a ver pasar la gente, mientras me tomo un delicioso te de manzana y me fajo a llenar mis libretas. El tiempo transcurre en la calma absoluta de un clima benigno de brisas frescas y sol esplendido. No tengo la menor idea de lo que voy a hacer más tarde, pero no tengo apuro alguno en enterarme.

Este domingo que me regalo en Goreme me tiene completamente feliz.

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