jueves, 3 de septiembre de 2009

El Harem de Topkapi











La vida, desde siempre, es una tómbola; si no, que lo digan en su próxima reencarnación, las mil y pico mujeres que poblaron el Harem de Topkapi hasta 1909.
El Harem, una ciudad en si mismo, está tan bien conservado que por momentos, parecen vagar por allí algunas de las desafortunadas mujeres que nunca llegaron a ser vistas por el Sultán. Mujeres traídas como regalo desde los más alejados lugares del Imperio Otomano e incluso desde sitios mas recónditos; todas con la no tan secreta esperanza de convertirse en favoritas y darle un hijo, cosa que podría llevarlas al matrimonio y posteriormente convertirlas en Madres del Sultán, único sitial posible para tener visibilidad y mucho poder en el mundo musulmán de entonces
Las mujeres del Harem, estaban custodiadas por un grupo de eunucos blancos y eran atendidas por un grupo de eunucos negros. Estos últimos tenían la condición de sirvientes y sólo podían entrar a las dependencias de las mujeres cuando estas se encontraban fuera de sus habitaciones; aun cuando las habitaciones de aquellas que no habían logrado ascensos en el escalafón, estaban ubicadas sobre el patio de los eunucos, en medio del cual, por cierto, aun se conserva perfectamente el camino de piedras pulidas por el que transitaban los caballos del Sultán.
Un poco más adentro, están las estancias de las favoritas, y debajo, el patio de la Madre del Sultán o Reina Madre, cuyo poder sobre el Harem era superior al de cualquier otra persona y pasaba su vida armando y desarmando las mejores intrigas palaciegas. Las mujeres no podían salir, pero gozaban de la posibilidad (u obligación) de entretener al Sultán en un salón de belleza deslumbrante que se encuentra a poca distancia del patio de la Sultana. (tal vez por aquello del ojo del amo y el caballo)
Terminamos la visita al Harem al tiempo que la primera visita a la historia de Turquía y tenemos el ánimo liviano. Hace un día espléndido, aun no es mediodía y nos espera un poco más de Istanbul. ¡Vamos!

1 comentario:

  1. Hola loquillo, disfrutando mucho tu detallada bitácora, que me permite recordar un viaje parecido que cuando veo las fotos, casi que no puedo saber donde las tomé, lo que si te digo que lo disfruté muchisimo, aunque mi mente pisciana no estaba hecha para captar tantos detalles

    Un beso

    Maga

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