Maravillados después de la Mezquita Azul, nos vamos a Sultanahmet a buscar un lugar donde comer. En la calle nos aborda un joven turco lleno de simpatía que casi obligados nos lleva a su restaurante “Café Antique Gallery”. Allí, en medio de la calle, Muzo nos prepara una mesa impecable mientras nos ofrece lo que probablemente sea una de las mejores cenas de nuestro paso por Istanbul. La alegría de este muchacho nos ha robado el corazón. Estamos de fiesta en un restaurante cercano a la Mezquita Azul donde no ha sido difícil conseguir hielo para nuestros refrescos ni comida de calidad. Yo doy cuenta de un riquísimo guisado de pollo con verduras acompañado de arroz pilaf, mientras todos los demás hacen lo mismo con diferentes platillos. Definitivamente el café Antique Gallery y Muzo deberían figurar en las guías de Turquía. Hemos salido de allí completamente felices a seguir caminando por las calles intrincadas de Sultanahmet hasta que recalamos, para finalizar el día, en uno de los muchos bares al aire libre que hay en la zona. Nos tiramos sobre mullidos cojines multicolores y preciosas alfombras, nos descalzamos y ordenamos una torre de cerveza que devoramos entre los cuatro. No sabemos si la conversación o las emociones son el motivo de la contentura pero sentimos que estamos pasándolo muy bien. No sabemos a que hora regresamos al hotel por la vía más larga. Jamás nos dimos cuenta que OZLER BAR, estaba en la misma esquina del hotel. ¿Será la cerveza?
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