miércoles, 9 de septiembre de 2009

Una muy buena, que me perdí















A juzgar por la cara de emoción de Rayita y sus expresiones de alegría pura, me he perdido una cosa magnifica. Lo sospeché desde el principio y lo pensé detenidamente, pero me ganó el vértigo. No creo que me atreva a montarme en un globo por encima de estas escarpadas montañas sin hacer un papelón. Los que padecen de vértigo saben lo que estoy diciendo. Pero, de todos modos, he debido pensarlo más. Es la atracción principal de Capadoccia: recorrer, por espacio de una hora al amanecer, las montañas rocosas a bordo de un globo. Según todo el mundo, no se puede uno ir de aquí sin haberlo probado. Pues debo confesar que no tuve valor, compartiré las fotos.
Estaba en la mitad del desayuno cuando Rayi llegó a hacerme compañía en pleno éxtasis volador. Anda exultante, ha cumplido uno de sus sueños. Bravo por ella.
Aunque no es barato, (El precio varía desde 80 hasta 150 Euros por persona y no se debe comprar ni el más barato ni el más caro ya que las diferencias se basan en la experiencia del Capitán del globo) puedo jurar que vale cada centavo ya que, según están contando, es algo como para morir de emoción. Volaron por encima del valle de Goreme, vieron de cerca las chimeneas de las hadas, tocaron las copas de los árboles, miraron una y otra vez los palomares y al bajar se tomaron una copa de Champagne para celebrar el suceso. Prefiero no decir más nada. Hoy me quedaré con la cara emocionada y feliz de mi Rayi. Estoy seguro que algún día reuniré el valor que hoy no tuve para viajar en globo…pero no respondo por mí.

1 comentario:

  1. Yo también me la perdí, después de deshojar la margarita para ver si me gastaba ese puño de euros, me decidí, a las 4 de la mañana nos levantaron para ir al globo, y papá Dios quiso preservar mis euros, hubo tormenta y los globos no pudieron salir.

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