miércoles, 9 de septiembre de 2009

Primeras horas de navegación



Sin la alharaca que presentía, sin pañuelos blancos, ni lluvia de confetis. Con la naturalidad de quien lo hace todos los días y sin otra emoción que el sabernos turistas de clase dorada, el Grand Mistral zarpa del puerto de Istanbul a las 4 de la tarde del día 11 de agosto de 2009. La mayoría de los pasajeros observa la maniobra desde las cubiertas principales, pero prestan mayor atención a las piruetas de un grupete de bailarines en el escenario de la piscina, que al soltar de las amarras.En pocos minutos hemos empezado a navegar a una suave y sostenida velocidad en una tarde fresca, amable, de sol esplendido y brisas templadas.
Todos pensamos “buen viento y buena mar”, el asunto es que nadie lo dice.

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