ISTIKIAL CADESSI

Cadessi significa calle. Y a cadessi es que vamos ahora. A recorrer una calle emblemática de la zona moderna de la ciudad, el barrio Taksim, adonde hemos llegado en tranvía. De allí caminamos una cuadra hasta Istikial Cadessi, una calle de tiendas elegantes, cerrada al paso de automóviles, en la que se respira un sofisticado ambiente de boulevard europeo, donde cientos de turistas disputan el espacio a los turcos, en perfecta armonía.
Después de caminar algunas cuadras, nos sentamos en el café de una calle transversal donde Mayita y Rayi disputan una partida de backgammon, un juego cuya procedencia turca desconocía y que aquí se ofrece libremente en todas las mesas de todos los cafés. Rayi gana la primera partida e impone la revancha que Mayita acepta con concentración, dispuesta a disfrutarla bajo una extraordinaria temperatura, en la mesa de FESTIVA CAFÉ. Un par de meseros turcos buscan ayuda para poder entenderse con nosotros en inglés y nos sorprenden con su admiración por el señor de Sabaneta, debido fundamentalmente a su discurso antiamericanista. A nuestro alrededor, edificios bajos de gran belleza, como este que tenemos enfrente, una joya de la arquitectura neoclásica en cuya parte alta está situado el Yesikum Café.
La gente transita calmadamente en un mundo en el que todos parecen estar de vacaciones; para verlos me tomo un par de tazas de Té Chai que me saben a gloria y celebro con Rayi su triunfo en la revancha. Los demás se niegan a probar el café turco, (odian las especies) y mi inefable compañera pide un Nescafe horrible que se toma a medias. Se acerca la hora de cenar.