jueves, 3 de septiembre de 2009

Galata, una torre y mucho màs

















Tomamos el tranvía para ir hacia la Torre Galata, especie de vigía del Cuerno de Oro que data del siglo VI, cuando fue construida para ayudar en su travesía a los barcos que lo transitaban. Convertida en cárcel en 1453, sirvió, años más tarde, como escenario de la primera proeza de aviación que se recuerde por esos lares; un pionero llamado Ahmet Selebi, se encasquetó un par de alas y voló desde allí hasta Uskudar. Hoy, modernizada en su interior, sigue conservando el aspecto austero de sus inicios y sirve tanto de mirador como de insignia de la ciudad.
En el camino hemos descubierto un aspecto fascinante de la vida de la ciudad. Bajamos del tranvía y atravesamos a pie el Galata Bridge, caminando entre restaurantes de pescado y numerosos pescadores apostados en las barandas del puente. Hombres de la ciudad que se rebuscan la vida consiguiendo el pescado que luego comen los turistas en los restaurantes abiertos un poco más abajo; todo ese trayecto se me hace muy divertido esquivando las redes y las cañas de pescar apostadas en el medio mismo de una de las zonas más transitadas de la ciudad.
Al otro lado del puente tomamos un moderno tranvía y erramos la parada, nos toca ir hasta el final de la ruta y devolvernos hasta KARAKOY, la parada correcta, donde tomamos un funicular que nos conduce al pintoresco barrio que circunda la torre Galata. Bajamos una serie de empinadas callecitas flanqueadas por tiendas de instrumentos musicales hasta que llegamos al pie de la torre.
Desde lo alto, tenemos el privilegio de una fascinante vista de la ciudad casi al completo y el Cuerno de Oro. Los techos de Istanbul se mezclan con el azul absoluto del mar. No es posible ponerle nombre a tanta belleza.

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