sábado, 12 de septiembre de 2009

Columnas de la historia











Sirvió como templo, como centro cívico y como parlamento ateniense. Fue depósito de municiones y escondite de armas de guerra. Es un símbolo inequívoco de Grecia. Es el escudo de Atenas. Es el edificio más famoso del mundo y la antigüedad que recibe y merece mayores cuidados. Es EL PARTENON, y es una de las pocas cosas antes las cuales me he quedado sin aliento.
Erguido, orgulloso y en muy buen estado a pesar de su edad; el grupo de columnas que forman el edificio, su famosísimo dintel triangular con relieves y muchos siglos de historia (se empezó a construir en el año 447 de nuestra era) están en lo alto de una colina rocosa que se ve desde cualquier punto del centro de Atenas.
Actualmente, tanto el Partenón como toda la Acrópolis, se encuentran sometidos a los más importantes trabajos de restauración que se han emprendido jamás. Trabajos que tienen como objetivo no solo devolverle el esplendor que merecen, sino reconstruir ciertas áreas hasta lograr su apariencia original al momento en que fueron construidas.
Le doy vueltas en silencio, contemplo cada uno de sus detalles hasta casi memorizarlo. Leo un poco de su historia y siento que la llegada a una ciudad bajo el augurio de esta gloria no puede ser sino una ocasión feliz. Sopla brisa de fresco día y de bienvenida. No puedo creer que haya llegado hasta aquí.

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